“El comportamiento y el aprendizaje infantil son las expresiones visibles de la actividad invisible del sistema nervioso central y son los aspectos visibles de la integración sensorial.” (Erna I. Blanche)
Se trata de un proceso neurológico automático a través del cual nuestro cerebro interpreta y responde a la información que le llega a través de nuestros sentidos. El cerebro usa esas sensaciones para formar percepciones, comportamientos y aprendizajes.
Los sistemas sensoriales que conocemos son 5, olfato, gusto, vista, audición y tacto, pero existen otros dos sistemas sensoriales que junto con el táctil son las claves en el desarrollo de un correcto procesamiento sensorial. Se trata del sistema vestibular, que nos aporta información de los movimiento de la cabeza y de nuestro movimiento en el espacio, y del sistema propioceptivo, a través del cual tomamos conciencia de nuestro propio cuerpo.
La información recogida a través de los 7 sistemas sensoriales es enviada a nuestro cerebro, donde se registra e interpreta, es decir se le da sentido y se organiza. El cerebro envía una respuesta adaptada de manera automática e inconsciente.
Por ejemplo cuando nos tropezamos nuestro cuerpo se ajusta para evitar la caída o ponemos las manos para que el daño sea menor, si nos tocan el hombro nos damos la vuelta, etc.
A veces nos encontramos que estos procesos neurológicos no funcionan de la manera adecuada y vemos niños en los que su participación en la vida diaria se ve afectada, por ejemplo niños con problemas de lecto-escritura, niños muy movidos o por el contrario que parecen “vagos”, ver “¿nos necesitas? trastornos del procesamiento sensorial”